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20 de octubre de 2012

¨Al que hable contra el Hijo del hombre se le podrá perdonar, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará¨


Del Santo Evangelio según SanLucas 12, 8-12

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Si uno se pone de mi parte ante los hombres, también el Hijo del hombre se pondrá de su parte ante los ángeles de Dios. Y si uno me reniega ante los hombres, lo renegarán a él ante los ángeles de Dios. Al que hable contra el Hijo del hombre se le podrá perdonar, pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo no se le perdonará. Cuando os conduzcan a la sinagoga, ante los magistrados y las autoridades, no os preocupéis de lo que vais a decir, o de cómo os vais a defender. Porque el Espíritu Santo os enseñará en aquel momento lo que tenéis que decir".
(Aciprensa.com)


Comentario:

En síntesis, el recorrido del lector por el cap. 11 tiene como característica encontrarse con la enseñanza de Jesús que le revela la intimidad de Dios, la misericordia del corazón de Dios, pero también la verdad de su ser como hombre. Sin embargo, en el cap. 12 Jesús contrapone al corazón pervertido del hombre la benevolencia de Dios, que siempre da de manera sobreabundante. Está en juego la vida del hombre. Hay que estar atento a la perversión del juicio humano, o mejor, a la hipocresía que distorsiona los valores para sólo favorecer el propio interés y las propias ventajas más que para interesarse por la vida, la que se recibe de manera gratuita. La palabra de Jesús dispara al lector un interrogante sobre cómo afrontar la cuestión de la vida: el hombre será juzgado por su comportamiento ante los peligros. Hay que preocuparse no tanto de los que pueden “matar el cuerpo”, sino tener en el corazón el temor de Dios que juzga y corrige. Jesús no promete a los discípulos que se ahorrarán las amenazas y las persecuciones, pero les asegura la ayuda de Dios en el momento de la dificultad.


Saber reconocer a Jesús. El compromiso valiente de reconocer públicamente la amistad con Jesús comporta, en consecuencia, la comunión personal con él cuando vendrá para juzgar al mundo. Al mismo tiempo, “el que me niegue”, el que tenga miedo de confesar y reconocer públicamente a Jesús, él mismo se condena. Se invita al lector a reflexionar sobre la importancia crucial de Jesús en la historia de la salvación: es necesario decidirse, o con Jesús o contra Él y contra su Palabra de gracia; de esta decisión, reconocer o negar a Jesús, depende nuestra salvación. Lucas evidencia que la comunión que en el tiempo presente ofrece Jesús a sus discípulos será confirmada y llegará a la perfección en el momento de su venida en la gloria (“vendrá en su gloria, en la de su Padre y en la de los santos ángeles”: 9,26). Es evidente la referencia a la comunidad cristiana: aunque se está expuesto a la hostilidad del mundo, es indispensable que el testimonio valiente de Jesús y de la comunión con Él no disminuya, es decir, no hay que avergonzarse de ser y de manifestarse cristianos.

 • La blasfemia contra el Espíritu Santo. Blasfemar es entendido aquí por Lucas como hablar de manera ofensiva o en contra. Este verbo se aplicó a Jesús cuando, en 5,21, perdonó los pecados. La cuestión que plantea nuestro pasaje puede presentar alguna dificultad para el lector: ¿Es menos grave la blasfemia contra el Hijo del hombre que la que va contra el Espíritu Santo? El lenguaje de Jesús puede resultar un poco fuerte para el lector del evangelio de Lucas: a lo largo del evangelio ha visto a Jesús mostrando la actitud de Dios que va en búsqueda del pecador, que es exigente pero sabe esperar el momento de la vuelta a Él y la madurez del pecador. En Marcos y en Mateo, la blasfemia contra el Espíritu Santo es la falta de reconocimiento del poder de Dios en los exorcismos de Jesús. Pero en Lucas más bien significa el rechazo consciente y libre del Espíritu profético que actúa en las obras y enseñanzas de Jesús, es decir, el rechazo del encuentro con el obrar misericordioso y salvífico del Padre. La falta de reconocimiento del origen divino de la misión de Jesús, la ofensa directa a la persona de Jesús, pueden ser perdonadas, pero el que niega el obrar del Espíritu Santo en la misión de Jesús no será perdonado. No se trata de la oposición entre la persona de Jesús y el Espíritu Santo, o de un contraste o símbolo de dos períodos diversos de la historia, el de Jesús y el de la comunidad post-pascual, sino que, en definitiva, el evangelista trata de demostrar que negar la persona de Cristo lleva a blasfemar contra el Espíritu Santo.

 
La edición y el subrayado son nuestros 
Tomado del Sitio Oficial de los Carmelitas


El Espíritu Santo en el Catecismo733. "Dios es Amor" (1 Jn 4, 8. 16) y el Amor que es el primer don, contiene todos los demás. Este amor "Dios lo ha derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos ha sido dado" (Rm 5, 5).

737. La misión de Cristo y del Espíritu Santo se realiza en la Iglesia, Cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu Santo. Esta misión conjunta asocia desde ahora a los fieles de Cristo en su Comunión con el Padre en el Espíritu Santo: El Espíritu Santo prepara a los hombres, los previene por su gracia, para atraerlos hacia Cristo. Les manifiesta al Señor resucitado, les recuerda su palabra y abre su mente para entender su Muerte y su Resurrección. Les hace presente el Misterio de Cristo, sobre todo en la Eucaristía para reconciliarlos, para conducirlos a la Comunión con Dios, para que den "mucho fruto" (Jn 15, 5. 8. 16).



En este día, descubramos que antes de anunciar a Cristo primero debemos ser amigos fieles de Él. 

Que la misericordia y la confianza en el Señor no les falte.

Gracias

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